domingo, 25 de enero de 2009

Mentiras y simulacros.

Todos sabemos que la mentira tiene patas cortas. Un antiguo proverbio dice que es bueno que los mentirosos tengan memoria. Ellos deben acordarse de cada mentira que dijeron y a quién se la han dicho, para no generar dudas acerca de su veracidad... Detrás de una persona mentirosa o fabuladora se oculta un desequilibrio psicológico, que puede devenir en una personalidad paranoica...
Al parecer nos estamos acostumbrando a convivir con ideas o propuestas falsas, elaboradas por quienes nos gobiernan. En los últimos años, nuestro gobierno ha elaborado mentiras que parecen no tener límites... Es así, que tal vez supongan que la crisis no nos ha afectado, que la inflación no existe o que el robo a las AFJP ha sido para beneficiar a los futuros jubilados. Pero a esta pequeña lista de falsedades deben agregarse los planes de vivienda inconclusos, las inversiones chinas, el tren bala... o la correcta redistribución del ingreso...
La historia nos muestra que todos los estados totalitarios han buscado falsificar constantemente la verdad... La última mentira de nuestro gobierno acerca de la salud de Fidel Castro, no hace más que generar repudio entre los ciudadanos. La foto trucada que ha sido criticada por varios medios de comunicación, nos coloca ante un nuevo ataque a la vapuleada veracidad. El análisis de esta foto ha llegado a algunos a suponer que Fidel no es más que un muñeco de cera, semejante a la de los conocidos museos de cera de todo el mundo... Lo que en verdad resulta lamentable, es que todos sabemos que cualquier gobierno se basa en la confianza. La mentira es altamente destructiva para las sociedades, pues anula la confianza entre los hombres y debilita las relaciones sociales... De allí que lo que nuestro gobierno está haciendo, puede terminar llevándolo por un camino muy duro de recorrer. Pues una vez que se pierde la confianza, se puede tardar muchos años en volver a recuperarla. * Texto completo.

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