viernes, 21 de febrero de 2014

Instructivo para cruzar la calle

  Luego de unos días de vacaciones por las sierras, las montañas y las extensas llanuras, hemos retornado a nuestro habitual departamento de sesenta metros cuadrados. Mi hijo Hilario... súbitamente ha debido reingresar a su usual jaula de concreto... Ya había dicho Aristóteles, que todos los seres tienen un impulso natural al movimiento. Hay algo en el interior de la naturaleza de cada ente vivo, que lo mueve hacia su plenitud... Y esto hace que Hilario... deba enfrentarse con la calle. Un lugar peligroso del que ya se había olvidado...  * Texto completo.

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