
En estos días, nuestros gobernantes y sus corifeos, dicen hablar en nombre del pueblo y de los pobres. Por ello, defienden la igualdad, la equidad, la justicia social y la distribución de la renta. Pero en verdad, es prácticamente imposible establecer un país, donde todos seamos iguales. No hay posibilidad alguna de tener un pleno bienestar, semejante al de algunos políticos deshonestos o al de empresarios corruptos, asociados a alguna prebenda gubernamental. Es tan difícil igualar a la población en sus rentas; como a los altos con los bajos o a los blancos con los negros. La igualdad es una abstracción casi imposible, dentro del género humano.... * Ver texto completo.
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