domingo, 15 de junio de 2008

Una experiencia alucinante.


Si usted quiere comprobar como funciona un gobierno democrático y respetuoso de la paz social; puedo sugerirle una idea interesante. En esta apasionante noche, he tenido el privilegio de tomar una cacerola y salir a golpearla frente a la quinta presidencial. Harto de la inseguridad, la destrucción del agro, la inflación, el avasallamiento de las instituciones y sobre todo de la burda mentira con que se nos maneja, tome ese vil instrumento. Considerando que nuestros ministros son los adalides del libre tránsito y la libre expresión, supuse que la quinta de Olivos sería el paraíso del libre pensamiento... Pero luego de golpear un poco mi cacerola, las fuerzas policiales llegaron, junto a una horda de choque, que no parecía policial... Volaron palos, piedras y trompadas por los aires. Entonces, mientras hacia flamear mi bandera y tenía mi cacerola en la otra mano, un grupo de buenos muchachos me rodearon con una serie de alegres epítetos e insultos.... * Texto completo.

No hay comentarios: