sábado, 23 de agosto de 2008

El espíritu olímpico y Eric Moussambani.

Para la cultura griega de la antigüedad clásica, la virtud o areté era una disposición o habito fundamental en el desarrollo de la personalidad... Toda la educación, tenía como principio dominante, la formación de personas virtuosas... La extensión de este término podía aplicarse, tanto al poder de los dioses como a la velocidad de los caballos. El hombre ordinario no participaba de la virtud de manera plena, pues era un atributo propio de la nobleza... Hoy al igual que hace más de 2500 años, lo más importante del espíritu olímpico está en la difusión de la bondad del deporte como forma de desarrollo de las virtudes humanas. La fraternidad del espíritu de equipo y la superación personal en el esfuerzo por conseguir una meta representan lo mejor de su legado... Aunque tal vez, la epopeya de Moussambani sea lo poco que queda del espíritu amateur en los juegos...

* Texto completo.

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