domingo, 15 de marzo de 2009

El monje negro y su discípulo Pierrot.

Durante años, el hilarante payaso Pierrot, quiso convencer a su audiencia de la existencia de su extraño reino de fantasía. Allí todos vivían felices y en una prosperidad sin límites. Su sencilla idea de igualdad y fraternidad, buscaba evitar que los poderosos exploten a los humildes. Esta singular doctrina, consistía quitarle el dinero a los ricos para redistribuirlo entre los pobres....
Pierrot había estudiado derecho y se hacía llamar Doctor. Como era una persona perspicaz, también hizo una serie de estudios anómalos. Hasta que cierto día, en un curso de magia negra en Friburgo, comprendió que el ocultismo era una manera de adquirir poder...
En una ocasión... elevó una serie de plegarias a los espíritus del mal... Al instante, sintió un escalofrío que le corría por la espalda y presintió al maligno... Luego percibió una extraña neblina rojiza, que... despedía un olor fétido y repulsivo... Enseguida, sintió un fogonazo y percibió una figura semejante a un monje etéreo...
Al poco tiempo, el monje cumplió con lo pactado y Pierrot fue coronado. Entonces pudo colocar a todos los fantoches de su compañía como ministros de gobierno. Se mudó a un imponente castillo junto a su sociedad teatral, en donde dispuso de todos los elementos necesarios para llevar una vida placentera... La comodidad era abundante y el vino nunca escaseaba... Adentro del castillo había alegría, orden y seguridad. Pero afuera convivían el pueblo desequilibrado, el robo, el hambre y la inseguridad. Adentro se encontraban la riqueza y el placer. Afuera la muerte y el espanto...

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