Con frecuencia, solemos desconfiar de los mensajes del mundo espiritual... Por un tiempo, dudé del poder espiritual y desconfié de la fe. Me reí de los clarividentes y quienes tenían percepción espiritual. Pero cierta noche, sentí la presencia de un raro espectro, que me desequilibró. Tenía la apariencia de un extraño cadáver, cubierto por una fina capa de tierra. Se trataba de una mujer rusa, que decía llamarse Natalia Fiódorova. Con cierto sobresalto, grité ante la presencia de semejante aparición. Pero el misterioso espíritu me calmó. – Hace tiempo que he sido asesinada a orillas de un lago y aún no tengo paz – me dijo. Se me ha permitido vagar en este mundo por unos días; buscando justicia. Pero el tiempo se me está acortando...
Si los espíritus se comunican con nosotros es porque Dios lo permite y porque algo están esperando. Natalia sólo esperaba ser desenterrada y que se haga justicia. Por ello, dicen que su espectro se había aparecido a algunos inadvertidos vecinos... Durante nueve días su espíritu obstinado me espantó con su visita. Entre el horror y la locura, quise evitarla. Pero no puede alejarme de su horrible presencia...
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