Una vez que el payaso Pierrot accedió al reino. Su fiel consejero del imperio de las tinieblas, comenzó a brindarle los conocimientos necesarios para hacer perdurar su reino. En su primer encuentro le dio las reglas básicas, para todo buen gobernante que quiera perpetuarse. Entonces con la actitud de soberbia que lo caracterizaba, se dirigió al joven Néstor de la siguiente manera.- Debes entender, querido Pierrot, que el gobierno eterno es imposible para los seres humanos. Sólo con una potestad aliada a la fuerza, podrás tener todo en tus manos hasta el fin de tus días. Ten en cuenta que sólo en los cementerios podrás encontrar una paz perpetua y duradera. Es imposible tener un reinado en el que no haya conflicto alguno. A menudo deberás combatir contra adversarios en todos los frentes. Pero si comprendes las leyes que te voy a dictar, podrás perpetuarte. En primer, lugar ten en cuenta que sólo el enemigo muerto es quien ya no pelea. Pero también considera, que tanto la muerte como los impuestos, forman parte de una potestad que debes imponer con toda tu fuerza, sobre quienes quieren desestabilizar tu poder. Las reglas que deberás seguir para alcanzar el esplendor de tu gobierno no son muchas. Pero debes hacerlas carne y sangre, para alcanzar una administración perpetua...
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