sábado, 7 de noviembre de 2009

Honestidad oriental.

Para quienes vivimos estos días turbulentos de nuestra argentina, la protesta y el piquete parecen algo cotidiano. El egoísmo y la irracionalidad toman las calles, mientras el respeto a la ley se va diluyendo. Cumplir las normas y respetar las leyes puede resultar poco común y una imprudencia de unos pocos. Con dolor y asombro, la mayoría silenciosa debe soportar la coima, la miseria, el piquete y las actitudes mafiosas como algo cotidiano. La impunidad se hace reina y una locura asesina nos amenaza en cualquier esquina... Nuestra moral occidental y cristiana parece encontrarse colapsada, mientras la ciudad se transforma en una selva cotidiana.
Quizá podamos aprender algo de la cultura oriental, que con su paciencia y reverencia nos enseña a soportar cualquier hecatombe. Su milenaria mística y su estilo de vida pacífico, tal vez coloquen algo de luz a nuestra alocada vida cotidiana. Tal vez una anciana surcoreana de 68 años, nos pueda marcar el camino ante tantos errores. Su ejemplo de perseverancia y responsabilidad ante la equivocación, quizá pueden brillar como ejemplo. Lo cierto es que la mujer aprobó el examen teórico de conducir tras haberlo desaprobado 949 veces desde que comenzó a presentarse a la prueba hace casi cinco años. En anteriores pruebas la anciana obtuvo notas entre los 30 y 50 puntos. La abuela surcoreana comenzó a presentarse a la prueba por primera vez en abril de 2005 y desde entonces acudió a diario a realizar el examen salvo los festivos y fines de semana.
* Texto completo.

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