miércoles, 5 de mayo de 2010

Discriminado

Hoy es un día de dolor y aflicción. En un extraño bicentenario, hemos aniquilado nuestra cultura occidental y cristiana, cediendo a las presiones de un grupo de obsesivos sodomitas. Mis representantes me han indignado y humillado mis principios. Ellos han pisoteado mi enlace y me da vergüenza tener una libreta similar a la que pueden tener los homosexuales. En nombre del progresismo y la igualad de derechos, me han robado parte de mis sueños e ideales... Es de esperar que con esa obstinación, algún día llamen matrimonio a la poligamia, a las relaciones incestuosas, a la pedofilia o a la unión entre travestis.
Siempre hemos llamado matrimonio, a la unión por la cual la madre “mater”, adquiere ciertos derechos y la posibilidad de tener hijos dentro del sistema legal. Ella se une con un varón y sueña con generar una nueva vida. Aunque a nuestros políticos, su naturaleza les importe muy poco. Quizá todo sea una cortina de humo, para ocultar las miserias que padece nuestra Nación. Tal vez, sólo les interese sumar votos, mientras ven hundirse el país. Tal vez, no se den cuenta del abismo al que están conduciendo a nuestra patria. Ellos han pisoteado la Constitución, los tratados Internacionales, el Código Civil y la profunda cultura religiosa de nuestra patria... ¿Hasta cuándo debo soportar esta burla? ¿Hasta dónde quiere llegar este grupo que se arroga el derecho de hacer cualquier cosa? ¿Por qué se busca depravar, envilecer y degradar la institución matrimonial?..

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