Vivo en un país, donde los ciudadanos votan en razón de sus bolsillos. En medio de un pueblo, que otorga su voto según el humor de su economía. Pertenezco a una sociedad donde el consumo y el materialismo, reinan por encima de la justicia. Un país que da sus votos a quien seduce sus monederos; pero parece no ver la paz que no encuentra. Soy ciudadano de un lugar, donde el gobierno regala televisores, fútbol, heladeras, bicicletas... pero deja que mueran sus niños. Testigo de una sociedad indefensa, que se conforma con bienes materiales... Con espanto veo crecer una especie de monstruo, que regala bienes materiales, pero devora a sus hijos... Y aún nadie entiende, que debemos desconfiar de tantos regalos... * Texto completo.
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