sábado, 26 de enero de 2013

Destrozando nuestros símbolos.

Con paso firme y seguro, nuestros símbolos patrios van siendo devastados  Petrificados ante su manipulación, vemos su lento deterioro. La moneda se evapora en las manos de los consumidores, el escudo es reemplazado por el Nestornauta, el himno por el pegadizo cántico “No nos han vencido”, la constitución aspira a ser reformada y la escarapela se confunde con el logo del bicentenario. Aunque la mayor amenaza parece aletear sobre nuestra bandera... El noble símbolo, que nos acompaña desde nuestros orígenes... también pretende ser transformado... Hace diez años, el filósofo José Pablo Feinmann, publicaba un artículo en el que sostenía la necesidad de trastocar nuestra bandera.  * Texto completo.

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