Una explosión de consumo, ha sido la nota
característica del modelo llevado adelante por nuestro gobierno. Todos los
índices económicos se han disparado al infinito. Aumentamos el consumo de
bebidas cola, cocaína, celulares, vino en cartón, choripanes, fernet y servicios
de colectivos... Compramos en doce
cuotas, tenemos servicios subsidiados y el transporte es regalado. La opulencia
se derrama por toda nuestra patria... No hay fuerza más revolucionaria que el consumo,
cuyo máximo exponente es la Coca Cola. El dinero desborda nuestros bolsillos y
nos permite acceder a este elixir de satisfacción. El brebaje azucarado nos
hace felices; mientras deliramos de placer...
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