Una de la formas de seducción a la que permanentemente nos vemos sometidos por parte del poder, se da por medio del abuso del lenguaje. Con una serie de eufemismos ilimitados se nos hace cree que vivimos en el mejor de los mundos. Una de estas extrañas ambigüedades, se ve en la repetida idea de defender la “mesa de los argentinos”. Con esta rara estrategia, el gobierno ha llevado al amplio mundo de productores agrarios a un estado de colapso y miseria. Con su odio visceral al mercado de Chicago, al capitalismo, a la libertad individual o a cualquier instrumento que refleje precios transparentes, nos han arrastrado por un camino desesperanzador. Sus políticas sólo han generado desgracia, hambre y miseria entre nuestros compatriotas. En vez de tener un país repleto de alimentos, sólo hemos propagado la escasez y la indigencia. Alegando la defensa de la producción nacional, han llegado a destruirla y ponerla realmente en riesgo de desaparición... 
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