lunes, 1 de noviembre de 2010

Lo recordaremos.

A pesar de sus errores, sus rabias y cierto espíritu vengativo, recordaremos a Néstor Kirchner, como un hombre que intentó preocuparse por el bien común. Quizá el poema que eligió el ex presidente en la feria del libro de 2005 sea un resumen de la forma en que esperaba ocupar su lugar en la historia. Allí leyó un texto de Joaquín Enrique Areta, un militante peronista, que habría desaparecido durante la dictadura militar en la ciudad de La Plata. Su título es "Quisiera que me recuerden".
Sin duda, que este video elaborado por el canal de la Casa Rosada emociona y nos muestra que hasta el más aguerrido opositor, debe reconocer que se ha ido un hombre, en el que aún quedaba algo de bondad. Su lectura provocó llantos, emoción y señales de apoyo a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en miles de argentinos, que en los actos y ceremonias le mostraron su afecto.
El poema de Areta fue elegido para formar parte del libro "Palabra viva", que es una recopilación de textos de escritores desaparecidos durante la dictadura militar. Contiene textos de 71 de esos autores y sólo de 32 se publican sus datos biográficos, porque ha sido imposible hasta el momento encontrar sus textos.

"Quisiera que me recuerden sin llorar, ni lamentarme. Quisiera que me recuerden, por haber hecho caminos, por haber marcado un rumbo, porque emocioné su alma, porque se sintieron queridos, protegidos y ayudados. Porque interpreté sus ansias, porque canalicé su amor. Quisiera que me recuerden, junto a la risa de los felices, la seguridad de los justos, el sufrimiento de los humildes. Quisiera que me recuerden con piedad por mis errores, con comprensión por mis debilidades, con cariño por mis virtudes. Si no es así, prefiero el olvido, que será el más duro castigo, por no cumplir mi deber de hombre".

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