sábado, 25 de diciembre de 2010

Un choque de civilizaciones

La reina María tuvo un fuerte enfrentamiento con el intendente de la comuna de Buenos Aires. No soportaba su estilo de conducción y los reproches que hacía a su gestión. Entonces juntó un grupo de miles de miserables, entre los que había mayoría de ciudadanos extranjeros y los envió a ocupar una serie de plazas públicas... Sin duda que merecían su vivienda como cualquier ciudadano. Pero en un país asolado por la pobreza; sólo los nobles y algunos burgueses, accedían a ese derecho en plenitud.

Miles de miserables, comenzaron a tomar distintos predios abandonados y espacios públicos. Las tomas se produjeron hacia fin del año siete de la era del clown... La reina prohibió la intervención de las fuerzas de seguridad y dejó las zonas liberadas al arbitrio de los okupas. Con esta actitud permitió que las tomas sean rápidas y eficientes... Cada toma se hacía de una manera relativamente organizada. Apenas asomaba el sol, arribaba un grupo numeroso de personas que tomaba el predio elegido. Con la velocidad de un rayo tiempo loteaban los terrenos, marcándolos con cintas y organizaban un par de improvisadas calles. Sobre el lote que le correspondía a cada ocupante, la familia comenzaba a colocar una carpa, palos, lonas o cualquier material que marque la posesión del territorio entregado. Las tomas de los predios se multiplicaron de una manera imparable... Luego de una semana de indecisión ante la ocupación de más de diez predios distribuidos en toda la ciudad de Buenos Aires, surgió un grupo de hombres que decidió expulsarlos con sus propios medios. El militar retirado, Julio Carlés convocó a un grupo de ciudadanos nacionalistas, para expulsar a los intrusos...

* Texto completo.

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