
Me han dicho que me queda poco tiempo de vida – dijo Juan Antonio Ukumbi, mientras le administraban una dosis de morfina -. Aunque aún permanezco en ese estado de euforia; que me tiene sin dormir, desde que tuve ese extraño sueño. En mis largos años de camionero, jamás he tenido un estado de relajación y tranquilidad como el que he vivido en estos días. Los médicos me han dicho que me han amputado mis piernas y me han extraído un par de órganos. Pero el viaje que he realizado me ha dejado en paz. Fueron sólo unos segundos en los que sentí viajar a un mundo desconocido... Dicen que he sido el culpable de esas muertes. Aunque no tengo idea de qué fue lo que sucedió. Reconozco que hace varios días que no duermo más de cuatro horas diarias y que manejo mi camión sin respiro. Pero no soy un asesino.
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